Toda herida se debe lavar inmediatamente con sumo cuidado
y durante varios minutos, con agua y jabón. Es posible que esta sea
la medida preventiva mas eficaz. Se lavara con suavidad para no
traumatizar aun mas los tejidos. Deben eliminarse todos los restos
de jabón antes de aplicar desinfectantes. Conviene diferir en todo lo
posible (desde unas horas hasta tres dias) la sutura de las heridas
de labios separados, mientras que en las heridas punzantes se
introduce con suavidad un desinfectante quimico apropiado, con
ayuda de una sonda, tratando de reducir al minimo el traumatismo
operatorio. Si Ia region afectada lo permite, debe recurrirse ademas
a Ia infiltracion local de Ia herida con suero o con inmunoglobulina
antirrabicos (a ser posible de origen humano, para evitar las
reacciones sericas); este procedimiento esta especialmente indicado
en las heridas punzantes, cuando no se puede hacer una limpieza y
desinfeccion adecuadas.
El tratamiento contra la rabia después de haber estado
potencialmente expuesto al virus consiste en una dosis de
inmunoglobulina antirrábica humana (HRIG) administrada tan pronto
como sea posible después de la exposición, además de cuatro dosis
de vacuna antirrábica administradas dos semanas después. Si se
presenta una herida, la dosis completa de inmunoglobulina
antirrábica humana debe aplicarse, si es posible, en la herida. La
primera dosis de la vacuna se administra al mismo tiempo, y el resto
de las inyecciones se administran en los días 3, 7 y 14 después de la
inyección inicial. Las personas que tienen sistemas inmunológicos
debilitados pueden requerir una quinta dosis de la vacuna, si así lo
determina su médico.Una persona que ha sido vacunada contra la
rabia y ha sido expuesta al virus de la rabia debe recibir dos dosis de
vacuna de refuerzo tres días después de haber estado expuesta.
Estas personas no necesitan una inyección de inmunoglobulina
antirrábica humana.
La exposición a un animal rabioso no significa que automáticamente
tenga el virus de la rabia. Si el tratamiento se inicia inmediatamente
después de una exposición al virus de la rabia, ésta se puede
prevenir. Si se ha estado expuesto al virus de la rabia y no se recibe
tratamiento, y la persona desarrolla síntomas clínicos de la rabia, la
enfermedad casi siempre desemboca en la muerte de la persona.
No es del todo fácil saber cuándo un mamífero está infectado por la
rabia, aunque se puede notar por cambios en su actitud (por
ejemplo, ladrar por la noche sin interrupciones, o estrellarse contra el
suelo en el caso de los murciélagos), por un aumento de su
agresividad sin que se le incite a ello, por el mal aspecto que
presente, o porque no pueda tragar saliva y le salga de la boca en
forma de espuma.
y durante varios minutos, con agua y jabón. Es posible que esta sea
la medida preventiva mas eficaz. Se lavara con suavidad para no
traumatizar aun mas los tejidos. Deben eliminarse todos los restos
de jabón antes de aplicar desinfectantes. Conviene diferir en todo lo
posible (desde unas horas hasta tres dias) la sutura de las heridas
de labios separados, mientras que en las heridas punzantes se
introduce con suavidad un desinfectante quimico apropiado, con
ayuda de una sonda, tratando de reducir al minimo el traumatismo
operatorio. Si Ia region afectada lo permite, debe recurrirse ademas
a Ia infiltracion local de Ia herida con suero o con inmunoglobulina
antirrabicos (a ser posible de origen humano, para evitar las
reacciones sericas); este procedimiento esta especialmente indicado
en las heridas punzantes, cuando no se puede hacer una limpieza y
desinfeccion adecuadas.
El tratamiento contra la rabia después de haber estado
potencialmente expuesto al virus consiste en una dosis de
inmunoglobulina antirrábica humana (HRIG) administrada tan pronto
como sea posible después de la exposición, además de cuatro dosis
de vacuna antirrábica administradas dos semanas después. Si se
presenta una herida, la dosis completa de inmunoglobulina
antirrábica humana debe aplicarse, si es posible, en la herida. La
primera dosis de la vacuna se administra al mismo tiempo, y el resto
de las inyecciones se administran en los días 3, 7 y 14 después de la
inyección inicial. Las personas que tienen sistemas inmunológicos
debilitados pueden requerir una quinta dosis de la vacuna, si así lo
determina su médico.Una persona que ha sido vacunada contra la
rabia y ha sido expuesta al virus de la rabia debe recibir dos dosis de
vacuna de refuerzo tres días después de haber estado expuesta.
Estas personas no necesitan una inyección de inmunoglobulina
antirrábica humana.
La exposición a un animal rabioso no significa que automáticamente
tenga el virus de la rabia. Si el tratamiento se inicia inmediatamente
después de una exposición al virus de la rabia, ésta se puede
prevenir. Si se ha estado expuesto al virus de la rabia y no se recibe
tratamiento, y la persona desarrolla síntomas clínicos de la rabia, la
enfermedad casi siempre desemboca en la muerte de la persona.
No es del todo fácil saber cuándo un mamífero está infectado por la
rabia, aunque se puede notar por cambios en su actitud (por
ejemplo, ladrar por la noche sin interrupciones, o estrellarse contra el
suelo en el caso de los murciélagos), por un aumento de su
agresividad sin que se le incite a ello, por el mal aspecto que
presente, o porque no pueda tragar saliva y le salga de la boca en
forma de espuma.
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